Como un extenso poema sobre el
amor, la muerte y el pasado se erige la escritura de Marguerite Duras frente a
nuestros ojos. Luchando contra el olvido e intentando hacer de la memoria la
reina de todos los movimientos humanos, Duras transforma las letras en oraciones que parecen no
tener un fin. Es esta incerteza lo que
nos hace avanzar a ciegas página a página. Páginas hechas de silencios y
memoria. Es también allí donde el miedo a amar se entremezcla con el caos de
las oraciones formadas por letras impares
para transformarse en una certeza: el amor es la muerte y la muerte es
el pasado.
Manuela Rímoli.
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